El viaje a la Luna suponía un reto tecnológico sin
precedentes para cualquier nación. Por eso el problema se abordó
desde multitud de puntos de vista.
Un grupo de trabajo se encargó de adquirir la experiencia
y tecnología suficientes en el campo de la astronáutica.
Otro en la exploración directa de la Luna atraves de medios
no tripulados, que aportaran más información de la que se
disponía atraves de los telescópios Terrestres. Hubo varios
programas entre 1961 y 1968 para recopilar tal información y así
poder elegir el punto idoneo para el aterrizaje. El Range ( impacto lunar
no controlado - 1961 a 1965- ) El Lunar Orbiter que fotografió exhaustivamente
la Luna y realizó mediciones diversas desde órbitas lunares
bajas y el Surveyor entre el 66 y el 68 con alunizajes controlados. Uno
de los datos más importantes que se obuvieron con este programa
fue la investigación del suelo Lunar para asegurar su consistencia.
Un tercer equipo se dedico a determinar el método o el
tipo más conveniente para el viaje y la trayectoria.
El último equipo estudió la configuración
y caracteristicas de las naves que irian a la Luna.
Por otro lado, y una vez perfilados los anteriores detalles,
otro grupo se encargó de desarrollar el cohete lanzador para las
exigencias finales del proyecto. Debía de ser capaz de poner en
órbita Terrestre de baja altitud una carga de 130 ton. Por alquel
año (1962) el cohete más potente de la NASA solo era capaz
de llevar una carga de 1,2 ton !!!más de 100 veces inferior¡¡¡
Esto fué capaz en tan solo 5 años. El Saturno V fue durante
25 años el cohete más potente del mundo.
Una expedición lunar es un ejercicio de navegación
altamente complejo. Como contraste a un viaje sobre la Tierra donde los
destinos permanecen inmóviles, el viaje espacial implica blancos
que se mueven en un espacio tridimensional y a altas velocidades: la Luna
órbita la Tierra a unos 3.700 km/h.
El problema de apuntar al blanco es complicado por la imposibilidad
de trazar una línea recta a través de las corrientes cruzadas
de gravedad en el espacio. El tirón combinado de la Tierra y de
la Luna varía a medida que cambia la posición de la nave
espacial entre ellas. Así, una autentica trayectoria tiene que ser
una serie de largas curvas y bucles, todos ellos elaborados con perfecta
exactitud de acuerdo con las leyes de Newton del movimiento. Además,
puesto que hasta el último precioso gramo de combustible debe ser
traído desde la Tierra, los motores son usados tan sólo cuando
es absolutamente necesario, y la mayor parte del viaje se efectúa
por inercia. Finalmente, un salto al espacio, como cualquier otra empresa
tecnológica, está sometido a errores y fallos de todo tipo,
La longitud del viaje significa que incluso un error menor en la velocidad
de despegue o la dirección al principio puede conducir a un enorme
error al final. Debido a la siempre presente posibilidad de un fallo importante,
cualquier planificación de un viaje debe incluir oportunidades de
hacer una pausa, comprobar las cosas y efectuar correcciones.
De todos modos, los astronautas no realizan el viaje sin ayuda,
la nave espacial Apolo, que proporcionó la base para el viaje lunar,
completó el viaje con la ayuda de una red mundial de telemetría
y estaciones de seguimiento de radar, sofisticados ordenadores y equipo
de comunicaciones y, como no el esfuerzo de miles de personas en tierra.